Teatro
60 años no son nada y son pocos para celebrar
En martes ni cases ni te embarques, reza un refrán español al que agregaría que ni toques campanas, porque al igual que con las escopetas, el tiro puede salir por la culata.
En martes ni cases ni te embarques, reza un refrán español al que agregaría que ni toques campanas, porque al igual que con las escopetas, el tiro puede salir por la culata.
Corría el año 1968. En Francia se realiza una revolución universitaria y posterior huelga general que se conocería como el «Mayo Francés», mientras que en México, el 2 de octubre, el gobierno protagonizó la «matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco», cuando quiso reprimir el movimiento estudiantil, en el además de estudiantes de la UNAM, IPN, y diversas universidades, participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionales en la Ciudad de México. Ese mismo año, un joven estudiaba en el profesorado de Química, aunque inicialmente quería estudiar Entomología pues había ganado una beca, pero el teatro le tenía una sorpresa. Ese estudiante era Rubén Iriarte.