Una gata se hace un traje

para asistir a una cena,

y después para bailar

y lucirlo en la verbena.

Se ha trenzado los bigotes,

se ha hecho la permanente,

y en la puerta de la fiesta,

se encontraba puntualmente.

Pero allí no había nadie,

nadie alrededor veía,

y es que la cena verbena

era justo al otro día.

 

Texto: Marisa Alonso Santamaría

Fotos: Francisco Lizarazo

@visionesp

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